¿Hace cuánto tu intuición te dijo que es tiempo de moverte?, ¿hace cuánto tu cuerpo con sus malestares te dijo que ese trabajo ya no es tu lugar ideal? Las técnicas de Biodescodificación nos ayudan a entender cuáles síntomas físicos están asociados a experiencias emocionales negativas, entre ellas aquellas en las que te sientes agobiado en tu trabajo.
El cambio es el primer requisito para evolucionar, para crecer y experimentar al máximo las habilidades que vamos desarrollando, pero es curioso cómo muchas personas identifican que su ciclo en determinadas empresas o labores ha cerrado, y sin embargo siguen allí, soportando las frustraciones del día a día.
Fotografía de Freepik
María Elena es una mujer de 40 años que vino a consultarme por un dolor de oídos intenso que la perturbaba hace varios meses, adicional a eso hacía poco tiempo se había lastimado sus rodillas, y aunque el impacto fue leve, decía que el dolor seguía presente.
En el proceso de conversación para comprender desde la Biodescodificación el origen emocional de su síntoma, le pedí que recordara las experiencias perturbadoras que ocurrieron en el momento en que empezó su síntoma. Permití que se expresara naturalmente, y mencionó que con su pareja todo estaba muy bien, que su hijo pasó por un episodio de bajo rendimiento escolar y justo por esos días su padre estuvo hospitalizado, así que quiso enfocarse en estas situaciones considerando que la atención adicional que tuvo que poner en su hijo y en su padre, más las situaciones cotidianas del trabajo, la maternidad y la Fotografía de Freepik
vida en pareja, fueron las detonantes de
su cansancio, y en consecuencia de su dolor de oídos y de la permanencia del malestar en sus rodillas. Le pregunté el nivel de gravedad de su padre y me dijo que él fue recuperándose muy bien..
Aunque ella seguía atribuyendo su malestar a estos sucesos, quise ir más profundo cuando le pregunté ¿cómo se sentía ella con su vida?, pues todo el tiempo había estado haciendo referencia a sus seres queridos, y sus síntomas desde mi perspectiva profesional no estaban asociados a sus vínculos afectivos con estos, y lo confirmó cuando me dijo que realmente no había pensado cómo se sentía ella.
Para animarla le pregunté por sus amigos, por su trabajo, por sus hobbies… y su rostro cambió cuando mencioné su trabajo. Empezó a narrar que llevaba allí 6 años esperando una oportunidad de evolución salarial y de cargo, pero que aún no llegaba y que hacía poco, con el ingreso de un nuevo jefe, se dio cuenta de que sus expectativas estaban lejanas, pues dentro de los planes de este para la organización no estaba la creación de unas nuevas áreas de desarrollo que el líder anterior se había planteado y en las que Maria Elena planeó ingresar y escalar profesionalmente.
Luego de que expresara que
sinceramente no se sentía satisfecha con su trabajo
fui directo con su sentir inconsciente y le pregunté qué era aquello que no hubiese querido escuchar en este momento de su vida en relación con su trabajo, y me dijo que la noticia de que no se abriría el nuevo cargo que le había hecho ilusión con un mejor salario y un mejor desarrollo de sus habilidades, sencillamente la había dejado muy abrumada. Le pregunté cuánto tiempo hacía que su nuevo líder había ingresado a la compañía y me explicó que 9 meses, y hacía 7 meses que su dolor de oído se había impuesto.
“Tu cuerpo habla lo que tus emociones callan”
Esta es una primicia en los procesos de Biodescodificación.
¡Todo ahora tenía sentido! El dolor de sus oídos por tanto tiempo fue la expresión de su cuerpo frente a algo que Maria Elena no quería escuchar: no ser promovida a un nuevo cargo. Su emoción no había sido identificada ni liberada.
-¿Hace cuánto venías esperando este ascenso? , le pregunté a Maria.
-"Hace 3 años desde que fue planteado por mi antiguo jefe"
Esta fue su respuesta, agregando que en ese momento ya se sentía muy fatigada, pero que prefirió esperar depositando sus ilusiones en este proyecto.
Maria Elena soportó la frustración durante 3 años bajo una promesa que no podía controlar, y se olvidó de vivir su presente, sin buscar alternativas para adelantar el bienestar que deseaba.
En su espera cuenta que su cansancio fue intenso, asociado a síntomas de estrés, ausencia de sueño, y por momentos estados de angustia; y este precio lo pagó por algo que finalmente no llegó. María estaba apegada a la permanencia de su antiguo jefe, y no previó factores ajenos a su voluntad, como que este podría abandonar su cargo.
¡No eres un árbol, muévete!
…Aún nos falta un aspecto más, Maria Elena, no se recuperaba de sus rodillas, y en la orientación que hice con técnicas para comprender su mente inconsciente, le ayudé a ver que lo que aparentemente fue un “accidente”, en realidad se trató de un autocastigo por no haberse movido a tiempo, es decir, Maria lastimó sus rodillas de manera inconsciente porque sostuvo una conducta inflexible por muchos años, no quiso rendirse ante la posibilidad de cambiar prontamente de trabajo y se negó a ver otra alternativa frente a la que su exjefe le ofreció. Ahora, además, sentía que no podía avanzar en la manifestación de una realidad laboral más satisfactoria, creía que era demasiado tarde.
¿Te has puesto a observar tu capacidad de cambio?
En un entrenamiento que di a un grupo de líderes de una organización con planes de cultivar la virtud del cambio, les pregunté a estos empleados por los cambios cotidianos que habían hecho en el primer semestre del año motivados por su propia voluntad, por ejemplo cambios en la ruta hacia su trabajo, cambios en la disposición de los muebles de sus casas, cambios de look, cambios en los lugares donde suelen tomar el café todos los días… mi conclusión frente al ejercicio fue:
Si tú no cultivas la habilidad para el cambio como un hábito desde las acciones más simples, va a costarte mucho promover grandes cambios, y mucho más, adaptarte a los cambios que la vida te ofrece de manera inesperada.
Entrégale nueva información a tu cerebro, permítele ser flexible y dile a su parte inconsciente más primaria:
“Estoy listo para avanzar hacia nuevas experiencias”
Con Maria Elena empezamos un proceso de reprogramación mental para el cambio, acompañado de afirmaciones positivas que apoyadas en ejercicios de visualización empezaron a crear el futuro cercano de una vida laboral plena.
¡Suelta ese trabajo que te estanca y reprográmate para el cambio!
Estoy lista para alcanzar nuevas experiencias.