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Tienes la idea clara, pero no te atreves a dar el primer paso

“Sergio tengo ganas ya de iniciar mi negocio, tengo el conocimiento, el presupuesto, conozco el mercado, pero no sé por qué no logro avanzar” Estas son palabras recurrentes en las personas que atiendo en procesos de Mentoría. Y hoy te digo a ti como le he dicho a todas estas personas: una sola acción ya hace que todo se mueva en dirección a la realización de tus sueños:


¿Ya hiciste la llamada al contacto que te dieron hace tiempo para el desarrollo de tu marca personal?


¿Ya averiguaste cuál es la última versión del software que necesitas?


¿Cuántas horas de tu día estás dedicando a definir la descripción de tu servicio?


De acuerdo con tu caso particular piensa que una sola acción que dejes de emprender por simple que parezca está estancando tu progreso, y una sola acción que decidas ejecutar crea una oleada de movimiento energético que hace que el entorno se mueva hacia la dirección de tu propósito.


Fotografía de Freepik

En lo que te enfocas, se expande


Movilízate, haz algo afín con tu meta, dile al universo SI QUIERO, ponte en disposición para pensar y actuar en coherencia con tu proyecto, y verás cómo tu campo energético se empieza a alinear con tu propósito. No hay acciones insignificantes dentro del campo infinito de posibilidades, ensaya esto y verás como empiezas a recibir información relacionada con tu tema de interés, empiezas a conocer personas que hacen lo mismo que tú, te enteras de una formación especializada en tus competencias… todo afuera se organiza cuando dentro de ti conllevas claridad, determinación y enfoque hacia aquello que emprendes.



La gran mayoría de personas a quienes orientó a través del programa de Mentoring en sus ideas de negocio o proyectos terminan ingresando también al programa de Sanación Bioemocional, y esto es porque no avanzar, no sentir la energía suficiente ni la claridad para dar ese primer paso, está asociado con heridas de infancia, con experiencias traumáticas del pasado.

Fotografía de Freepik


Estas experiencias mantienen a tu mente en un sistema limitado, también está relacionado con los patrones de creencias, de estilos de vida y percepciones que sobre la prosperidad se han tenido por varias generaciones en los sistemas familiares. 



¿Qué nos detiene para dar ese primer paso?


Te presento a Isabel, una mujer de profesión Nutricionista, que decide emprender su negocio con un enfoque en alimentación consciente y saludable. Ingresó al programa de Mentoring porque no sabía cómo estructurar su idea, cómo diseñar su negocio. Luego de varias sesiones definiendo el valor agregado de su servicio, las plataformas comerciales, los canales de distribución, observé que Isabel continuaba con un espacio grande entre lo que estaba escrito para desarrollar su negocio y los avances tangibles que podía manifestar. 


La invité a iniciar el Programa de Sanación Bioemocional, porque me manifestó no sentirse segura de dar el primer paso, que tenía cantidad de miedos, y ahora dudaba en llevar a la marcha su proyecto.


La Sanación Bioemocional busca comprender la raíz de los miedos, explorando experiencias pasadas, creencias limitantes o patrones de pensamiento que han contribuido a su desarrollo. Identificar el origen de los miedos es el primer paso para abordarlos de manera efectiva.


Desde mi experiencia en los programas de Sanación Bioemocional, estas son algunas de las raíces emocionales asociadas al estado de inacción frente a los pasos necesarios para avanzar en nuestros proyectos:


Miedo al fracaso: Las personas a menudo temen no tener éxito en sus emprendimientos. El miedo al fracaso puede paralizar y generar dudas sobre las propias capacidades y habilidades.


Perfeccionismo: Algunas personas sienten la necesidad de que todo esté perfecto antes de dar el primer paso. El perfeccionismo puede convertirse en una barrera, ya que esperar condiciones ideales puede retrasar el inicio de un proyecto.


Autocrítica excesiva: La autocrítica negativa puede sabotear la confianza en uno mismo. Las personaque se juzgan severamente pueden tener dificultades para tomar iniciativas por temor a no estar a la altura de sus propias expectativas


Presión social y expectativas externas: Las expectativas de los demás y la presión social pueden influir en la resistencia a dar el primer paso. El temor al juicio de los demás puede ser un obstáculo significativo.


Zona de confort: La comodidad de la rutina y el temor a abandonar la zona de confort pueden frenar la disposición para emprender. Cambiar el status quo implica afrontar lo desconocido, lo cual puede resultar desafiante.


Falta de confianza en habilidades y conocimientos: puede generar inseguridad. 


Temor al rechazo: La preocupación por cómo serán percibidos por los demás o el miedo al rechazo puede hacer que las personas eviten asumir riesgos.


Falta de recursos: La percepción de no tener los recursos necesarios, ya sea en términos de tiempo, dinero o habilidades, puede desalentar a las personas a dar el primer paso.


Experiencias pasadas negativas: Experiencias previas de fracaso o dificultades pueden generar aprensión y dudas sobre intentar algo nuevo.


¿Cuál de todos estos aspectos estaban impidiendo que Isabel avanzara en su proyecto?



Isabel se encontraba en el Módulo de Reprogramación Mental, que hace parte de la Certificación en Sanación Bioemocional, y realizando una de las actividades de introspección sobre las creencias limitantes generacionales, hizo consciente un patrón familiar de crianza, en el que fue instalada en ella una conducta Perfeccionista y una Autoexigencia excesivas. 

En una de las mentorías me confesó que ahora podía comprender situaciones de su infancia que influyeron en esa sensación constante de no sentirse suficiente para desarrollar sus objetivos. Me contó que es la hermana mayor de 3 hermanos, en su infancia debido a las agitadas labores de sus padres ella debía hacerse cargo de acompañar a sus hermanos en todo lo relacionado a sus tareas escolares.


Debía apoyarlos en ordenar sus uniformes para la escuela, y otras tareas del cuidado personal para ayudar a su abuela que se hacía cargo de ellos mientras sus padres laboraban.


Su actitud de protección hacia sus hermanos menores, y el deber de responder ante sus padres porque sus hermanos realizaran sus tareas y rindieran en la escuela, desarrollaron en Isabel un comportamiento vigilante, exigente, unas actitudes de autoridad, y de pedirles “perfección” a sus hermanos para ella responder bien a sus padres. Todo esto encubría también una sensación de culpa que empezamos a trabajar con la Sanación Bioemocional, culpa porque el menor error de sus hermanos sería su responsabilidad, culpa porque sus padres trabajaban muy duro y ella debía por lo menos evitarles las angustías de lidiar con los desórdenes de los hermanos menores, culpa si sus padres llegaban cansados a atender tareas de los niños…


Isabel empezó procesos de Reprogramación Mental a través de Audios que entregaban a su mente subconsciente una nueva información en la que pudiera reconocer el error y la fragilidad como experiencias válidas, como procesos normales dentro de la transición de los retos que nos ponemos en la vida. 


La mente subconsciente alberga creencias y programas que influyen en el comportamiento y las respuestas emocionales. La Sanación Bioemocional trabaja en la reprogramación de estas creencias limitantes para fomentar un cambio positivo. Al abordar el subconsciente, se pueden modificar patrones automáticos de pensamiento y reacciones emocionales que podrían estar obstaculizando el bienestar.

Isabel terminó la Certificación en Sanación Bioemocional y ahora la usa para orientar a sus clientes acerca de sus hábitos alimenticios y acerca de las emociones vinculadas con la alimentación que ocasionan problemas de metabolismo.   Fotografía de Freepik


Me gusta mucho una frase famosa de la literatura:


“Caminante no hay camino, se hace camino al andar”


No eres dueño del destino, ni puedes controlar el porvenir, en conclusión: Nunca estamos del todo preparados para emprender un nuevo camino, siempre hay algo que no puedes ver y eso es lo que hoy te impide dar ese primer paso. Así que acostúmbrate a la incertidumbre, empieza a caminar y toma acción hacia la Sanación Bioemocional que necesitas.







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