¡Te explico cómo atraer abundancia sin ojeras!
- Sergio Villamizar
- 13 feb
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 5 may
¿Alguna vez has sentido que estás empujando una carreta con las ruedas cuadradas? Esa era Ana. Mujer guerrera, madrugadora crónica, y con una agenda que parecía el tablero de control de la NASA. Pero, aunque se mataba trabajando, el dinero se iba tan rápido como llegaba, y su sueño de vivir en abundancia se sentía tan lejano como un fin de semana sin responsabilidades.

Fotografía tomada de Freepik
A Ana la conocí en el Programa de Terapia Evoluciona, un proceso de acompañamiento personalizado en el que te oriento a descubrir los patrones limitantes que están deteniendo la evolución de tus talentos.
Ana esperaba aprender técnicas para ser más productiva y lo que encontró fue una caída a la realidad cuando le dije como punto de partida:
El esfuerzo desmedido no es el camino a la abundancia,
sino el obstáculo principal.
El paradigma del esfuerzo es un mito que cansa
Nos educaron con frases como “El que madruga, Dios lo ayuda” o “Si no te esfuerzas, no lo mereces”. Y, aunque el trabajo es digno y necesario, la sobreexigencia está lejos de ser la clave del éxito. Desde la perspectiva espiritual de las Leyes de la Abundancia, el esfuerzo excesivo activa una vibración de carencia y lucha constante. Estás diciendo al universo: “Me cuesta, no es suficiente, debo sufrir para merecer”.
Estudios sobre Neurociencia han demostrado que el estrés y el sobreesfuerzo activan el cortisol, lo que limita nuestra creatividad y capacidad de tomar decisiones acertadas. Así que, cuanta más presión te pones, menos claridad tienes.

¡El secreto es el fluir! Luego de las sesiones de Reprogramación Mental a través de la Hipnosis, Ana entendió que la abundancia llega cuando estás alineado con el flujo natural de la vida. No significa que te acuestes a ver series todo el día; se trata de accionar desde la inspiración y la confianza. La Ley del Menor Esfuerzo, explicada por Deepak Chopra, indica que las cosas suceden con facilidad cuando tus pensamientos, emociones y acciones están en coherencia. Gracias a técnicas de reprogramación mental, comenzó a sustituir creencias como:
Fotografía tomada de Freepik
“Si no me esfuerzo, no valgo” por “Yo merezco prosperar con facilidad”.
Su realidad cambió: proyectos que antes se demoraban meses fluían en semanas, y las oportunidades llegaban sin que ella las persiguiera. Así que también quiero compartir contigo los 4 Tips para dejar de vivir desde el esfuerzo y abrirte a la abundancia:
Identifica tus creencias de lucha: Escribe las frases sobre esfuerzo que te inculcaron en la infancia. Luego, transforma cada una en afirmaciones de fluidez: “Todo me llega con facilidad”.
Actúa desde la inspiración, no desde el miedo: Antes de tomar decisiones, pregúntate: ¿Esto lo hago porque me entusiasma o porque temo que, si no lo hago, perderé algo?
Practica el descanso productivo: La mente relajada es más creativa. Está comprobado que pausas activas y tiempos de desconexión mejoran el rendimiento (Levitin, 2014).
Visualiza tu vida en abundancia: Dedica 5 minutos diarios a imaginar cómo te sientes viviendo en prosperidad. La visualización crea nuevas conexiones neuronales y atrae situaciones acordes (Dispenza, 2017).
Hoy, Ana vive con mayor tranquilidad. Su mayor logro fue dejar de sentir que vivía en una rueda de hámster. Así que ya sabes, si te descubres empujando ruedas cuadradas, quizá sea momento de dejar de empujar y empezar a fluir. ¡Te espero en Evoluciona para que logres tus propósitos sin esfuerzo!


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