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¿Te cuesta decir 'No'? Aprende a poner límites sin sentir culpa

¿Alguna vez te has sentido en tu trabajo como un malabarista tratando de equilibrar diez platos en el aire? ¡Bienvenido al mundo laboral de aquellos que no saben decir "No" y siempre están atrayendo tareas adicionales, pero mientras intentan impresionar diciendo "Sí" a todo, de tanto malabarear inevitablemente dejan caer algún plato... o varios.


Fotografía tomada de Freepik


Piénsalo dos veces, tu equilibrio mental y profesional es la única hazaña que debes intentar.

Debes hacer consciente lo inconsciente si quieres comprender por qué actúas de ese modo, y existen varias razones que las herramientas de Sanación Bioemocional nos permiten ver, estas pueden ser el miedo al rechazo y a la desaprobación,  juegan un papel importante en la dificultad de algunas personas para decir "No". A menudo estas personas quieren ser percibidas como serviciales, amables y dispuestas a ayudar, y negarse a algo puede hacer que se sientan culpables o teman que los demás las vean como egoístas o poco cooperativas. Todo esto está asociado también con una baja autoestima y una evitación del conflicto.


¡Mi prioridad Soy Yo!


Esta es una frase que te invito a anclar en tu sistema de pensamiento


pero sé que desde tu mente inconsciente puede tardar un poco en ser integrada por el sistema de sacrificio y altruismo que quizá has internalizado. En la programación mental adquirida desde una edad temprana se nos enseña a poner las necesidades de los demás antes que las nuestras, lo que más adelante nos lleva a sentir culpa o egoísmo al priorizarnos a nosotros mismos. 

Fotografía tomada de Freepik



En el programa Megahumanos enseño a las personas herramientas para conocerse a sí mismos y potencializar las diferentes áreas de su vida de acuerdo con esas fortalezas y aspectos por mejorar de su personalidad, así que es frecuente que encuentre allí varios ejemplos de personas con este rasgo de personalidad. Durante una de nuestras sesiones o clases en vivo, en las que realizamos la prueba DISC, una herramienta de Autoconocimiento para que las personas identifiquen su personalidad dominante y comprendan cómo potencializarla, alguien con una tendencia marcada a la personalidad servicial me decía:


“Sergio, no sé si esto es una cualidad mía, porque a veces siento que las personas se aprovechan de mí” 



Una clara oportunidad para abordar el tema de los límites personales, así que le hice una pregunta a José, que había sido quien hizo la participación, y traigo su ejemplo porque su situación la estaba experimentando sobre todo en el ámbito laboral, se sentía incapaz y temeroso de decirle a su jefe que tenía bastantes responsabilidades que sobrepasaban incluso el campo de acción de su cargo:


José tómate unos minutos y descríbeme cómo te sentías cuando tus padres ejercían un acto de autoridad contigo.



Al cabo de un rato José me dijo que no era común que sus padres le llamaran la atención, pero algo particular que recordó es que cuando era necesario, su padre solía tomar una actitud muy distante los días posteriores, conversaba con él solo lo necesario, y mantenía un gesto bastante serio. 


Le sugerí a José iniciar un proceso de reprogramación mental, pues identifiqué que su incapacidad para poner límites personales estaba relacionada con un bloqueo emocional hacia las personas que ejercen un rol de autoridad. Su padre fue esa primera figura, quien con su gesto frío cuando José cometía algún error, le enseñó a la mente subconsciente del niño que si no haces lo que te piden, o lo que los otros esperan, puedes perder su cariño, además se sentía en total dependencia de ese hombre que era su padre, así que lo mejor es hacer siempre lo que este le solicite. 


Fotografía tomada de Freepik


Esta primera asociación que su mente infantil creó seguía presente de manera inconsciente en las relaciones de su vida adulta. Su padre estaba ahora identificado en la figura de su jefe, quien representa en su inconsciente la seguridad, protección, estabilidad… lo mismo que su padre le proveía.


Aunque José es ahora un hombre adulto, capaz de valerse por sí mismo, era necesario reprogramar su mente inconsciente, pues las experiencias que se repiten para mostrarnos aquello que debe sanarse cambian de acuerdo con nuestra evolución, y con distintas máscaras nos van mostrando dónde debemos generar nuevos aprendizajes.


Con José iniciamos un proceso de Reprogramación mental través de anclajes verbales en estados de relajación profunda para acceder a su mente subconsciente y entregarle una nueva información positiva sobre sí mismo. Durante 40 días José realizó anclajes con técnicas de meditación guiadas y procesos de visualización.


Más adelante José me sorprendió con un gran avance en su proceso, y es que ahora es capaz de plantearle a su jefe alternativas de tiempo para la entrega de las tareas, y ahora además ha empezado a expresarle cuando siente que no puede cumplir con su solicitud.


Le pregunté a José cómo era la respuesta de su jefe y me dijo que realmente se dio cuenta de que es un hombre amable solo que siempre que lo observaba cuando le solicitaba una tarea, veía en su gesto una actitud inflexible, pero una vez empezó a expresarle su perspectiva y sus necesidades reconoció una parte muy afectuosa que no había identificado. Así que le dije: A lo mejor tu cerebro ante una orden te traía de manera automática el gesto amargo y frío del rostro de padre.



Cuando comprendes un evento desafortunado en tu vida desde tu mente consciente has establecido las bases para profundizar en su origen emocional que se queda alojado en tu sistema inconsciente. Obsérvate a diario, tus pensamientos y acciones pueden ser respuestas automáticas que te causan estados emocionales de angustia y sufrimiento



Fotografía tomada de Freepik


Haz una pausa para preguntarte en qué momento dejaste de tomar la conducción de tu vida, no eres un barco a la deriva, aprende cómo reprogramar tu mente. 







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