A menudo te sientas frente a tu computador con la firme intención de conquistar tu lista de tareas, solo para darte cuenta una hora después de que has estado viendo videos de gatos, leyendo teorías conspirativas, teniendo conversaciones sobre el clima con tus compañeros… La dispersión y la falta de concentración en el trabajo son como esos anuncios de internet que siempre te interrumpen justo cuando estás por tener una idea brillante.
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¿Sabias que se necesita un promedio de 23 minutos para que una persona recupere completamente la concentración después de una interrupción? ¿No te parece que es mucho tiempo si lo multiplicas por las veces que pierdes tu enfoque? Ten presente que todas aquellas tareas que acumulas, o dejas pendientes, te generan mayores niveles de ansiedad posteriormente, más caos en tus días por la angustia de lo que no has logrado concluir, una lista de pendientes aterrorizante que afecta tu serenidad y termina manifestándose en un síntoma físico o enfermedad.
Revisa estos detonantes de tu tendencia a la dispersión, seguramente estás experimentado algunos de ellos o quizá todos:
Sientes Estrés y Ansiedad: Provoca un estado de alerta constante y una preocupación excesiva, desviando la atención. Este estado consume recursos cognitivos, interfiere con la memoria y la capacidad de procesar información, lo que se traduce en errores, olvidos y una disminución general en el rendimiento.
En tu cuerpo hay una sensación de agotamiento: Se trata de un desequilibrio en los neurotransmisores. La dopamina es un neurotransmisor crucial en el sistema de recompensa del cerebro. Cuando experimentamos placer, los niveles de dopamina aumentan, lo que nos motiva a mantenernos enfocados en la tarea que nos lleva a esa recompensa, y ayudan a mantener la calma y la claridad mental. Por otro lado, la serotonina es un neurotransmisor que influye en el estado de ánimo, el sueño y la regulación de la ansiedad.
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La serotonina facilita la sincronización de redes neuronales, apoyando la plasticidad neuronal y controlando la impulsividad. Estos efectos combinados crean un entorno cerebral que favorece la atención sostenida.
Te has dado cuenta en tus exámenes médicos de rutina de algunas deficiencias nutricionales: Una dieta inadecuada, baja en nutrientes esenciales, afecta la función cerebral.
Te enfermas o sientes malestar con frecuencia: Se trata de una sobrecarga Toxínica. La acumulación de toxinas en el cuerpo debido a una mala alimentación, la contaminación ambiental o el uso de productos químicos afecta la función cognitiva.
No sientes una Conexión emocional con tus tareas: La falta de propósito o de conexión contigo, con tu trabajo y con el entorno llevan a una mente inquieta y dispersa.
Observas tu entorno y está desorganizado: Un entorno caótico refleja y contribuye a una mente desordenada.
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Y si todo esto te está sucediendo a nivel emocional y físico, ahora necesitas saber:
¿cómo recuperar tu capacidad para concentrarte?
Aquí te digo lo que ya debes empezar a hacer
1- Organiza tu Espacio de Trabajo: Mantén tu escritorio limpio y ordenado. Minimiza las distracciones visuales y auditivas.
2- Establece Prioridades y Metas Claras: Haz una lista de tareas diarias y prioriza las más importantes.
3- Toma Descansos Regulares: Utiliza técnicas como la Técnica Pomodoro, que consiste en trabajar en intervalos de tiempo (p. ej., 25 minutos de trabajo seguido de un descanso de 5 minutos). Levántate, estira y mueve tu cuerpo durante los descansos para mantener la mente fresca.
4- Practica la Gestión del Tiempo: Usa herramientas como calendarios, aplicaciones y recordatorios. Planifica tu día con antelación y asigna tiempos específicos para cada tarea.
5- Limita las Distracciones: Apaga notificaciones innecesarias en tu teléfono y computadora. Designa tiempos específicos para revisar correos electrónicos y mensajes.
6- Cuida tu Salud Física: Mantén una dieta equilibrada y saludable. Asegúrate de dormir lo suficiente y hacer ejercicio regularmente para que estimules tus neurotransmisores.
7- Practica Técnicas de Relajación: Incorpora prácticas de mindfulness, meditación o respiración profunda para reducir el estrés y la ansiedad. Dedica unos minutos al día a estas técnicas para mejorar la concentración.
8- Optimiza el Entorno Laboral: Ajusta la iluminación y la temperatura para crear un ambiente cómodo. Utiliza música de fondo o ruido blanco si te ayuda a concentrarte.
9- Ejercita la Mente: Realiza actividades que desafíen tu cerebro, como rompecabezas, lecturas o aprender algo nuevo. Mantener tu mente activa puede mejorar la capacidad de concentración.
10- Toma descanso cortos para mirar la naturaleza: Este fenómeno, conocido como "efecto restaurador de la atención", sugiere que incluso pequeñas dosis de naturaleza, aunque sea virtual, pueden ayudar a recargar el cerebro y mejorar el enfoque en el trabajo. Así que si no puedes ver la naturaleza por la ventana de tu oficina, busca una imagen en tu dispositivo, ¡Vamos a darle un buen uso a nuestro celular!
Y una ultima cosa
11- ¡No puedo pasar por alto invitarte a habitar más tu presente!
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Valora la tarea, la acción que realizas, dedica tu tiempo, tu atención, toda tu capacidad creativa. No eres una máquina que se conecta y se desconecta, tienes la capacidad de vincularte emocionalmente con tus acciones, disfrútalas, expándete en ellas. Se que estarás pensando que muchas de esas acciones son rutinarias, son obligaciones que no elegiste, tal vez sea cierto, pero cultiva mientras las realizas una sensación de paz y compromiso. Si sigues allí es porque no has decidido cambiar tu rumbo, entonces no te permitas la queja, o los resultados a medias, ni ese sentimiento de saturación que te enferma. Mas bien te invito a que planees en qué deseas enfocarte en realidad, tal vez solo debas evaluar si lo que haces es coherente con tus intereses y con tu propósito.
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