top of page

Origen emocional de los "pequeños" olvidos

¿Te ha pasado que sales apurado de casa, cierras la puerta… y te das cuenta de que las llaves no están contigo? O que vas a tomar tu celular y, al buscarlo, descubres que no sabes dónde lo dejaste, además olvidaste en el dia varios nombre de tus compañeros de trabajo. Si cosas así te pasan con frecuencia ¡tu mente solo está intentando decirte algo importante! En este artículo voy a enseñarte por qué estos pequeños olvidos podrían tener raíces emocionales profundas... y lo más importante: cómo empezar a reprogramarte para vivir con más presencia, calma y éxito en tu día a día.

Fotografía tomada de Freepik


El precio de vivir desconectado

Me encanta contarte las historias de las personas que atiendo en mis programas para que encuentres aquello que resuena contigo y entiendas cómo tu puedes avanzar. Manuel llegó a mí después de varios meses de frustración creciente. Cada semana había un nuevo episodio: olvidaba pagar facturas, perdía documentos importantes, dejaba su celular en taxis o cafeterías... Su vida, me decía, parecía una "película de enredos constante", y esto estaba empezando a afectar no solo su eficiencia en el trabajo, sino también sus relaciones personales. "No sé qué me pasa, Sergio", me confesó en nuestra primera sesión, "siento que vivo en mil partes a la vez... pero nunca donde debería estar realmente".



¿Qué hay detrás de esos olvidos?

Cuando indagamos en su historia, descubrimos que Manuel tenía dos patrones emocionales muy marcados:


  1. Miedo constante al juicio: Desde niño, había aprendido que cometer errores le costaba amor y aceptación. Creció hiperalerta, tratando de anticiparse a todo… pero paradójicamente, esa tensión constante saturaba su mente.

  2. Una profunda desconexión interna: Había aprendido a vivir en modo "piloto automático", saltando de tarea en tarea, sin verdaderamente estar presente en lo que hacía.

Estos patrones son ejemplos de creencias limitantes: ideas profundas, casi invisibles, que programan nuestra forma de actuar, sentir y pensar. Si crees, consciente o inconscientemente, que “equivocarte es inaceptable” o que “debes hacerlo todo rápido para ser valioso”.


Fotografía tomada de Freepik


Entonces tu sistema nervioso vivirá en un estado de alerta crónica. Y adivina qué: el cerebro en alerta tiende a olvidar, distraerse y cometer errores.


En un Estado de alerta crónica tu cuerpo y mente viven en tensión constante, como si algo malo fuera a pasar en cualquier momento. Esto agota tus recursos de atención, memoria y concentración.



Nuestros pequeños actos diarios son reflejos de nuestro mundo emocional interno.Perder las llaves o el celular de forma recurrente no es casualidad: es una forma en que tu mente grita "¡No estoy presente!".

La dispersión, el olvido y el desorden no son defectos de personalidad. Son síntomas de conflictos emocionales no resueltos: miedo, ansiedad, necesidad de control o una sensación profunda de no merecimiento. El primer paso para recuperar el control no es forzarte a ser "más organizado", sino sanar la emoción que te mantiene atrapado en la dispersión.



¿Cómo reprogramar tu mente para estar más presente?

Aquí te comparto algunas herramientas que trabajamos con Manuel y que tú también puedes empezar a aplicar desde hoy:



1. Reconecta con el momento presente

Antes de salir de casa, haz una pausa consciente de 30 segundos. Pregunta: "¿Qué llevo conmigo?" y enumera mentalmente: llaves, celular, billetera. Esta sencilla técnica reeduca a tu mente para cerrar ciclos de forma consciente.

Ejercicio de Anclaje Diario:Cada vez que te pongas los zapatos o tomes tu bolso, respira profundo tres veces y siente tu cuerpo. Esto ayuda a romper el modo automático.


2. Reprogramación mental a través de afirmaciones

Tu mente cree lo que le repites de manera constante. Manuel empezó a trabajar diariamente con afirmaciones como:

  • “Estoy presente en cada momento de mi vida.”

  • “Confío en mi capacidad de recordar y organizar.”

  • “Vivo con calma y atención plena.”


Tip: Repítelas en voz alta frente al espejo por las mañanas y antes de dormir. La mente subconsciente es más receptiva en esos momentos.


3. Hipnosis de autoconfianza

La hipnosis no es magia, es ciencia: un estado de relajación profunda donde tu mente está más abierta a nuevas creencias. Con Manuel trabajamos sesiones de hipnosis guiada para reprogramar su sensación de seguridad interna y confianza. Hoy, tú también puedes usar audios de hipnosis (o mejor aún, sesiones personalizadas) para fortalecer tu presencia y atención.


Fotografía tomada de Freepik


¡El cambio es posible!


Después de varios meses de trabajo, Manuel no solo dejó de perder las llaves: empezó a vivir de manera más enfocada, tranquila y feliz.

¿Estás listo para tomar acción?

No tienes que seguir viviendo en el caos, la culpa o el agite permanente. Tu mente puede ser tu aliada más poderosa... cuando aprendes a programarla a tu favor. Te invito a dar el siguiente paso: acompáñame en un proceso de transformación profunda, donde trabajaremos juntos para que tu mente, tus emociones y tus resultados se alineen con la vida que deseas vivir.



 
 
 

Yorumlar


bottom of page