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Haces demasiadas cosas, y aún así te sientes invisible en tu organización

Trabajas incansablemente, cumpliendo con tus responsabilidades, aportando ideas brillantes y siendo parte activa de tu equipo, sin embargo, te sientes en un mar de anonimato dentro de tu organización. Te esfuerzas, te comprometes, pero ¿dónde está el reconocimiento que mereces? Esta sensación de invisibilidad puede ser desalentadora.


Fotografía tomada de freepik


Hoy quiero recordarte que ¡Tú no eres invisible, tú te sientes invisible! Las experiencias tempranas de falta de reconocimiento o de no ser escuchado durante la infancia han dejado una huella profunda en tu mente subconsciente, generando patrones de comportamiento que perpetúan la sensación de ser invisible en la vida adulta, incluso en el ámbito laboral. En entornos laborales altamente competitivos o con jerarquías rígidas, puedes sentirte marginado o ignorado, pues esas experiencias pasadas han moldeado tu Autopercepción.


En consulta y en los distintos programas he atendido personas que a través de heridas de rechazo, de abandono o injusticia expresan patrones que afectan sus circunstancias laborales.


Julián se sentía invisible en su organización, un ingeniero de Software que ya llevaba 5 años de contribuciones importantes, cuando ingresó al programa de Sanación Bioemocional me dijo: “Es que mis jefes y compañeros no reconocen lo que hago, no he recibido ascenso cuando se han creado puestos nuevos de mejor responsabilidad, no soy tenido en cuenta, es como si yo fuera invisible”

Fotografía tomada de freepik


Mi respuesta fue esta: El entorno, las circunstancias, las personas que están allí, son maestros que te quieren mostrar algo en ti que debe ser sanado. Esto no va a cambiar hasta que no sanes las heridas de tu infancia que le dijeron a tu sistema mental que tú no eras significativo. Puedes cambiar de organización si quieres, pero la vida te traerá de nuevo en otras personas y eventos esa sensación de invisibilidad.


¡La vida es encantadora!

Todo lo que te sucede tiene el propósito de despertar tu maestría interior.


En mi trabajo individual con Julián me propuse indagar en su mente inconsciente aquellos patrones, anclajes o asociaciones que fueron creados en alguna experiencia de su vida que le ocasionaron una profunda herida tal vez de rechazo.


En el contexto de la Sanación Bioemocional, la sensación de invisibilidad podría estar relacionada con experiencias pasadas, traumas familiares o dinámicas intergeneracionales que influyen en la forma en que la persona percibe y se relaciona con su entorno laboral. (Como sanar un bloqueo emocional por experiencias del pasado)


Dentro de nuestras conversaciones sobre momentos de su infancia, su relación con sus hermanos, padres y autoridad en general, encontré algo particular en el discurso de Julián, y es que en varios momentos repetía que es el hermano menor, que su madre quedó en embarazo siendo ya una mujer adulta de 43 años; sus hermanos tenían 10, 11 y 13 años. 


Le pedí que profundizáramos más en sus anécdotas, en su relación con sus hermanos y padres, por ejemplo le pregunté: ¿te sentías parte de tu familia?

Julián narraba que no podía participar de los juegos de sus hermanos porque sus intereses eran diferentes, y que cuando estaba un poco mayor y había alguna situación que resolver en casa sentía que no tenía nada que decir, pues sus hermanos estaban mayores, y seguramente ellos sí podían aportar más.


¿Tus padres te pedían tu  opinión? le pregunté a Julián, y me contó que su actitud era más de protección por ser el más pequeño, así que se daba cuenta que muchas cosas las hablaban con los otros hermanos en secreto. 



Era fundamental encontrar con más precisión la configuración de la mente subconsciente de Julián para derrumbar su sistema de invisibilidad, así que le pedí que indagara por la experiencia de su madre cuando estaba en embarazo suyo, pues no podíamos pasar por alto que su gestación se dio en situaciones poco comunes.

A la semana siguiente, Julián me cuenta, que su mamá un tanto avergonzada le dijo que cuando se enteró de su embarazo se tardó un mes para decirle a su padre, pues temía que este le reprochara la falla de su método de planificación, y además estaba muy preocupada porque por su edad podía ser un embarazo riesgoso. Cuando el padre se enteró su respuesta fue serena, aunque ambos sabían que no esperaban otro hijo.

Fotografía tomada de freepik

Los padres tardaron un poco más en contarle a sus otros hijos, y también al resto de familia, pues sabían que probablemente no iban a tomarlo positivamente.


Se puede ver con claridad que Julián desde el vientre de su madre tuvo una experiencia de invisibilidad. En sus primeros meses no fue mostrado, la noticia de su gestación no fue gritada con emoción, más bien fue llevada con mucha prudencia, de allí lo que Julián estaba experimentado, una vida tras las sombras.


Le expliqué que además sus células guardaban aún la información de las emociones de su madre durante la gestación: temor al juicio exterior, temor al señalamiento.




Julián de manera inconsciente no se sentía “Dado a luz en plenitud” por eso su vida permanencia en la sombra, poco visible, y en el contexto laboral sus talentos estaban en secreto.

Empezamos un proceso de Reprogramación Mental, Regeneración celular, y Reinterpretación de memorias pasadas. Julián requería desde su presente consciente Darse a luz a sí mismo, sanar la identificación con su madre, es decir, devolverle la angustia de su gestación, liberarse del miedo de ella, y entregarle a sus células la afirmación de su individualidad valiosa, del propósito extraordinario de su propia vida.

Julián vivió el proceso, y en nuestra última cita me expresó que se sentía más seguro de su porvenir.


Fotografía tomada de freepik 


Me expresó además, que curiosamente ha empezado a escuchar palabras de admiración y reconocimiento por parte de sus padres y hermanos, cuando él creía que esto iba a suceder más que todo en su trabajo.


Le expliqué que en el campo energético aquello que él ha sanado en sí mismo, se extiende al tejido de los vínculos familiares, es decir su madre y su padre también liberan la angustia que experimentaron en la gestación de Julián, se da una reparación de un dolor familiar pasado.


En el ámbito laboral también empezaría a sentirse visto, pues


Cuando sanas tu interior, todo en el exterior se transforma

según tu nueva versión.


Así fue como Julian me narró que en su empresa ahora estaba teniendo amistad con personas con las que antes no podía tener un contacto cercano, contaba que ahora habla más abiertamente de sí mismo, y las personas se están enterando sobre sus funciones, sus logros, su talentos.


No dudo que Julián prontamente me estará dando la noticia de un ascenso, de un cambio laboral más favorable, de un reconocimiento, o un regalo… la vida siempre premia la valentía de reconocer y sanar nuestras sombras. Pregúntame más sobre Reprogramación mental












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