Cuando viene por ansiedad y no por hambre

¿Alguna vez has abierto la nevera como si escondiera respuestas emocionales en vez de comida? Muchas personas han tenido ese momento donde el corazón está vacío, pero el plato está lleno. Lo que pocos saben es que el hambre que más nos hace daño no está en el estómago, sino en la mente y el alma.

Fotografía tomada de Freepik

Comer puede ser un acto de amor... o de castigo. Por eso, hoy quiero contarte cómo puedes empezar a sanar esa relación disfuncional con la comida, reprogramando tu mente desde la raíz. Al final, te invitaré a dar el primer paso conmigo en un programa de Sanación Bioemocional que ha cambiado vidas.

¡Una mordida emocional a la vez!

El caso de Laura: "No podía dejar de comer… pero no tenía hambre"

Hace un tiempo llegó a consulta una mujer llamada Laura, una empresaria de 42 años con una sonrisa radiante… y una batalla interna silenciosa. “Sergio, he probado dietas, ejercicios, pastillas, y nada funciona. A veces me descubro comiendo sin pensar”, me dijo entre lágrimas.

A través de una sesión de Hipnosis accedimos a lo que estaba debajo del síntoma. ¿Qué encontramos? Una niña asustada de 8 años que había aprendido a "merecer amor" solo si complacía a todos. Su mamá era fría y exigente, y su papá, ausente emocionalmente. Cada vez que Laura sentía ansiedad, lo traducía en hambre... pero lo que realmente necesitaba era aceptación. Por eso, aunque su cuerpo decía “ya comiste”, su mente gritaba “¡sigue llenándome!”.

El vació emocional de nunca ser suficiente lo llenaba con comida, cada vez que se repetían en su vida episodios de estrés, soledad, o cuando recibía juicios, o situaciones emocionales complejas, suplía el vacío de la ausencia de apoyo con la comida.

Fotografía tomada de Freepik

¿Comes por ansiedad? Señales que debes reconocer

Aquí tienes señales claras de que estás comiendo por ansiedad y no por hambre real:

• Comes a escondidas o rápidamente, como si fueras a ser “descubierto”.

• Sientes culpa después de comer.

• Comienzas a comer al sentir emociones como tristeza, enojo o aburrimiento.

• El impulso es inmediato, no gradual.

• Tu cuerpo no da señales reales de hambre (como rugir el estómago), pero tu mente está inquieta.

  
  

¿Te suena familiar?

Aquí te comparto un ejercicio de Hipnosis guiada que creado para que avances en gestionar tu ansiedad.

Cómo reprogramar tu mente y sanar la raíz emocional de la falsa sensación de hambre

La buena noticia es que puedes desactivar ese piloto automático que te lleva a la nevera cuando lo que necesitas es respirar, sentir y sanar.

Aquí te comparto herramientas prácticas para empezar:

1. Reconoce el patrón sin juzgarte

Cada vez que sientas el impulso de comer, haz una pausa. Pregúntate:"¿Tengo hambre física o estoy buscando calmar una emoción?"Este solo acto de consciencia ya empieza a reprogramar tu mente.

Fotografía tomada de Freepik

2. Viaja a la raíz

Con acompañamiento terapéutico, accede a tus memorias más profundas. Allí están las escenas donde nació tu ansiedad. En la sesión con Laura, descubrimos una escena donde su madre le negó un abrazo. Ahí nació su sensación de “no soy suficiente”.Reescribir esa historia desde la adultez cambia tu vida.

3. Crea un anclaje emocional positivo

Asocia un gesto físico (como apretar tu dedo pulgar e índice) a un estado de calma. Repite este gesto cada vez que te sientas ansioso, para recordarle a tu mente que tienes el poder de estar en paz sin recurrir a la comida.

Fotografía tomada de Freepik

4. Declara nuevas creencias

Repite en voz alta, cada mañana:

• “Yo soy suficiente sin tener que demostrar nada.”

• “Puedo calmar mi ansiedad sin comida.”

• “Mi cuerpo es un templo y merece amor real.”

¡Sanar no es dejar de comer, es empezar a sentir!

Laura no solo bajó 4 kilos en 3 meses. Más importante aún: se sintió liviana emocionalmente.

Si sientes que ya lo has intentado todo y aún no logras soltar ese patrón que te sabotea, te invito a dar el primer paso. En mi Programa de Sanación Bioemocional, trabajamos desde la raíz, con herramientas de hipnosis, reprogramación mental y liberación emocional. Y si quieres que sea tu guía en un proceso personalizado

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Porque cuando sanas tu mente, tu cuerpo deja de pedir auxilio con la comida. Y tú, mereces sentirte libre.