Cuando la salud de tu hijo te enferma
- Sergio Villamizar
- 18 mar
- 3 Min. de lectura
¡Imagínate que tu hijo se ha convertido en un pequeño detective, descifrando cada emoción y conflicto no resuelto que ronda por tu hogar! Sus constantes malestares podrían ser su manera de enviar mensajes cifrados sobre el ambiente familiar. Desde la perspectiva de la Sanación Bioemocional los niños no se enferman por sí mismos; más bien, reflejan las emociones y conflictos de sus padres. Así para sanar a tus hijos, primero debes mirarte al espejo y sanar tus propias heridas. Tu pregunta es cómo hacerlo y es eso precisamente lo que quiero responderte.

Fotografía tomada de Freepik
Las enfermedades en los hijos representan una fuente significativa de estrés para los padres, quienes ya enfrentan las demandas y presiones del ámbito laboral. Esta situación puede generar una carga emocional adicional que afecta tanto su bienestar personal como la dinámica familiar.
Es fundamental que los padres reconozcan y gestionen adecuadamente este estrés para mantener un equilibrio entre sus responsabilidades laborales y las necesidades emocionales de sus hijos, fomentando así un entorno familiar saludable y de apoyo.
Cómo puedes comprender y atender las enfermedades de tus hijos desde la Biodescodificación:

1- Identifica y modifica patrones de pensamientos negativos o limitantes que puedas estar transmitiendo inconscientemente a tus hijos. Al cambiar tu diálogo interno y tus creencias, creas un entorno más saludable y positivo para ellos. Esto lo puedes hacer con técnicas de Reprogramación mental.
2- Investiga y comprende la historia emocional de tu familia, allí se pueden revelar patrones repetitivos que afectan la salud de tus hijos. Al tomar conciencia de estos patrones, puedes trabajar para romper ciclos negativos y promover una dinámica familiar más saludable.
3- Es vital que los padres identifiquen y reconozcan sus propias emociones y conflictos internos. Al expresar y procesar estas emociones, se evita que se manifiesten indirectamente en los hijos.
Fotografía tomada de Freepik
Carlos, un exitoso ejecutivo de ventas, vivía en un ritmo laboral frenético que le exigía largas jornadas y constantes viajes. Hizo parte del programa de Terapia Evoluciona en el que veníamos trabajando para superar sus crisis de ansiedad y estrés. Carlos durante el proceso me cuenta que aún no lograba equilibrar la armonía en su ambiente familiar y estaba preocupado por la salud de sus hijos. Esta dedicación al trabajo le permitió alcanzar metas profesionales destacadas, pero a costa de sacrificar tiempo y atención a su familia. Su hijo, Andrés, de seis años, comenzó a manifestar síntomas recurrentes: dolores de cabeza, problemas digestivos y episodios de ansiedad.
La falta de atención y el ambiente tenso en el hogar habían generado en el niño una sensación de inseguridad y abandono. Carlos comprendió que su dedicación excesiva al trabajo y su incapacidad para gestionar el estrés estaban afectando directamente la salud emocional y física de su hijo. La sintomatología de su hijo se estaba convirtiendo en un motivo más de estrés para Carlos, pues se sumaba a sus múltiples preocupaciones laborales.
Con Carlos se generó un plan de acción que le permitiera disponer de tiempo de calidad con su familia, lo que le traería también bienestar en su cotidianidad. Carlos implementó varias estrategias para compartir tiempo de calidad con su familia y fortalecer los lazos afectivos con su hijo. Estableció la rutina de desayunar o cenar juntos diariamente, creando un espacio para conversar y compartir experiencias del día. Involucró a su hijo en actividades del hogar, como cocinar o arreglar el jardín, fomentando el trabajo en equipo y la responsabilidad compartida. Fomentó un ambiente en el que su hijo se sintiera cómodo expresando sus pensamientos y emociones, fortaleciendo la confianza y el entendimiento mutuo.
Carlos, consciente del impacto de sus emociones en la salud de su hijo, ingresó además, a la Certificación en Sanación Bioemocional, un programa de Autosanación, en el que enseño a las personas cómo gestionar sus emociones para remediar los síntomas en su salud física. Este programa le proporcionó herramientas prácticas de autogestión emocional, como técnicas de relajación, meditación y Reprogramación mental. Estas habilidades no solo le permitieron manejar su propio estrés, sino que también le brindaron estrategias para apoyar emocionalmente a su hijo. Es un programa que puede ser llevado a la práctica en familia.
Carlos logró disminuir su estrés cuando pudo fortalecer el vínculo afectivo entre su familia, esto sirvió para que los pilares de su vida estuvieran en armonía y de este modo pudiera seguir trabajando en sus asuntos personales. Recuerda que si tienes un ambiente familiar en paz será mas fácil para ti resolver los conflictos de tu vida profesional, tu entorno también determina la manera cómo te sientes. Las herramientas ya existen, pregunta por ellas.
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